Navidad en el hemisferio sur
Y finalmente llegó la navidad, época del año en la que el consumismo desenfrenado alcanza su máximo esplendor: "¡Compre!, ¡compre!, ¡¡¡compre para que sea feliz!!!", parece ser el lema navideño que se apodera de todos las mentes y rincones.
Oh la navidad. Extraña festividad eres. Es curioso cómo cada año preparamos la invernal e indigesta cena de Nochebuena en pleno verano austral, enmarcada en un ambiente de villancicos, árboles exóticos de extravagantes adornos multicolores, nieve artificial, y titilantes luces led.
Esta festividad hace un buen tiempo que dejó de inspirarme sentimiento alguno, bueno, quizá sí, pero no aflora en mí un sentimiento de amor y paz, sino uno de mucho asombro, pues la festejamos sin saber su verdadero origen y significado.
Mis cambiantes navidades
De niño, cuando todo era más simple, la navidad era sinónimo de juguetes traídos por el bonachón, obeso y barbado Papa Noel. Yo era un ferviente creyente de este personaje invernal, hasta recuerdo haber mirado el cielo muchas veces en Nochebuena con la esperanza de verle en su trineo.
Pero el engaño no duró mucho, porque a los 6 años descubrí que los verdaderos "Papa Noeles" eran mis padres. Aún así, el significado no cambió: navidad = regalos.
Pero el engaño no duró mucho, porque a los 6 años descubrí que los verdaderos "Papa Noeles" eran mis padres. Aún así, el significado no cambió: navidad = regalos.
Los más felices son lo dueños de los centros comerciales
Luego, con la llegada de la pubertad, la edad de los pelos y el cambio de voz. Los regalos y juguetes desaparecieron, y la navidad se convirtió en el nacimiento de Jesús, "el dios hecho hombre", creencia que heredé de mis no tan católicos padres.
Recuerdo aquellos tiempos, cuando con la paciencia de Job, mis padres, mis hermanos y yo, armábamos el nacimiento de Jesús en el pesebre con las figurillas de María, José, los Reyes Magos, las ovejitas, las vaquitas, pollitos, entre otros animales de granja... oh, y como olvidar al burrito que trajo a la... ¿embarazada virgen?
Lo que parecía no corresponder en ese tiempo era el árbol de navidad, sin embargo, nunca pasó por mi cabeza conocer el significado de esa costumbre. Al final, siempre colocábamos el "árbol" de plástico hecho en China, al lado del nacimiento, era la tradición.
Luego a los 16 años, comencé a cuestionar todas mis creencias, y el detonante fue mi primera experiencia con la muerte, la que se llevó a mi perrita, que me acompañó incondicionalmente 9 años con su perruna vida. Fue una experiencia bastante perturbadora ver a mi compañera canina mirando al vacío... tan fría, tan quieta.
Luego a los 16 años, comencé a cuestionar todas mis creencias, y el detonante fue mi primera experiencia con la muerte, la que se llevó a mi perrita, que me acompañó incondicionalmente 9 años con su perruna vida. Fue una experiencia bastante perturbadora ver a mi compañera canina mirando al vacío... tan fría, tan quieta.
La navidad para los cristianos
"¿Adónde fuiste amiga de 4 patas?", fue la pregunta que motivó una búsqueda espiritual más allá del cristianismo, pues, los perros no van al cielo. Esta desesperada búsqueda me llevó por territorios inexplorados. Primero con los rosacruces, luego con los budistas, los taoístas y finalmente confraternicé con los ateos. En retrospectiva, puedo decir que fue una experiencia bastante interesante.
Con los años decidí llevar una vida espiritual personal. Estoy convencido que de eso se trata todo, de un autodescubrimiento que dura toda la vida. Es un camino que sólo lo puedo recorrer yo, sin religión, sin gurús, sin que nadie me diga qué hacer basado en un libro escrito por judíos de la edad de bronce, y lo más importante, es un camino sin miedos a castigos eternos.
Con los años decidí llevar una vida espiritual personal. Estoy convencido que de eso se trata todo, de un autodescubrimiento que dura toda la vida. Es un camino que sólo lo puedo recorrer yo, sin religión, sin gurús, sin que nadie me diga qué hacer basado en un libro escrito por judíos de la edad de bronce, y lo más importante, es un camino sin miedos a castigos eternos.
Durante esos años mientras me abría a nuevas religiones y creencias de otras partes del mundo, me encontré por casualidad con el origen de la NAVIDAD, palabra que etimológicamente proviene del latin nativitas, que significa nacimiento, —¡oye! ¡pero eso no es nada nuevo, eh!
— Bueno, pero fue un avance.
La pregunta lógica era: Navidad es nacimiento, pero ¿de quién?, ¿de Papá Noel?, ¿Gokú?, ¿de Jesús o de quién o qué?
La pregunta lógica era: Navidad es nacimiento, pero ¿de quién?, ¿de Papá Noel?, ¿Gokú?, ¿de Jesús o de quién o qué?
La Tierra es como un trompo gigante
Descubrí entonces que muchísimos años atrás, incluso antes del cristianismo o el judaísmo, en los albores de la humanidad, todas las llamadas "religiones paganas" del hemisferio norte, ya celebraban la navidad en esta temporada que el calendario gregoriano (el que usamos hoy) ha llamado diciembre.
¿Y por qué?, bueno, las culpables son las estaciones del año, cambios visibles que son producidos por el movimiento de traslación de la tierra alrededor del sol, y por la ligera inclinación del eje de rotación de nuestro planeta con respecto al ecuador celeste, lo que produce, por ejemplo, que exista el Solsticio de Invierno, que en el hemisferio norte ocurre cada 21 o 22 de diciembre.
Visto desde la tierra, la llegada del solsticio de invierno es muy notoria, pues es el día con la noche más larga del año, y si se presta atención al recorrido del sol por el cielo desde el alba al ocaso, veremos que cada 21 o 22 de diciembre, el recorrido del sol es el más corto del año, para luego ir en aumento los siguientes días.
Para los antiguos esto tenía un gran significado. Era la muerte y resurrección del sol, la deidad más importante de todas en esos tiempos. Siendo la navidad para ellos, un día de transición, en el que la oscuridad daba paso a la luz, trayendo consigo la promesa de mejores tiempos.
He aquí algunas festividades "navideñas" de fines de diciembre anteriores al cristianismo en el hemisferio norte:
¿Y por qué?, bueno, las culpables son las estaciones del año, cambios visibles que son producidos por el movimiento de traslación de la tierra alrededor del sol, y por la ligera inclinación del eje de rotación de nuestro planeta con respecto al ecuador celeste, lo que produce, por ejemplo, que exista el Solsticio de Invierno, que en el hemisferio norte ocurre cada 21 o 22 de diciembre.
Visto desde la tierra, la llegada del solsticio de invierno es muy notoria, pues es el día con la noche más larga del año, y si se presta atención al recorrido del sol por el cielo desde el alba al ocaso, veremos que cada 21 o 22 de diciembre, el recorrido del sol es el más corto del año, para luego ir en aumento los siguientes días.
Para los antiguos esto tenía un gran significado. Era la muerte y resurrección del sol, la deidad más importante de todas en esos tiempos. Siendo la navidad para ellos, un día de transición, en el que la oscuridad daba paso a la luz, trayendo consigo la promesa de mejores tiempos.
He aquí algunas festividades "navideñas" de fines de diciembre anteriores al cristianismo en el hemisferio norte:
- Nacimiento del dios Horus - Antiguo Egipto
- Nacimiento del dios Mitra - Persia
- Nacimiento de Huitzilopochtli - Civilización Azteca
- Nacimiento del dios Yule y Frey - Pueblos Nórdicos (El origen del árbol de navidad)
- Nacimiento de Attis - Grecia Antigua
- Saturnalia y Sol Invictus - Antigua Roma
Siglos después con la llegada del cristianismo al Imperio Romano, los primeros gobernantes cristianos no tuvieron mejor idea que apropiarse de esta festividad pagana y asignarla como la fecha de nacimiento de Jesús, porque la biblia no dice nada sobre el tema, además fue de mucha utilidad usar esta festividad para que el cristianismo fuese mejor asimilado por la mayoría pagana.
El Inti Raymi se celebra en junio en el hemisferio sur
Hoy sabemos que el sol es sólo una estrella y no un dios, pero siempre será nuestra fuente de vida, sin el sol no existiríamos, así que no es difícil imaginar porqué la humanidad en la antigüedad lo consideraba un dios.
Lo gracioso es que yo vivo en el Perú, ubicado en el hemisferio sur, hemisferio en donde todo ocurre al revés. El 21 de diciembre tenemos, el solsticio de verano, el día (horas de luz) más largo del año, y si quisiera celebrar la navidad, tendría que ser por su significado original, el 21 de junio, en el invierno austral.
Antes de la llegada de los españoles, los antiguos peruanos celebraban la "navidad" en junio, y la llamaban Inti Raymi, la principal festividad prehispánica. Muchos confunden el Cápac Raymi, una celebración estival en el mes de diciembre, como la navidad andina, pero esta tiene un sentido completamente distinto y opuesto.
Notas finales
Hoy la navidad es para mí sólo una muy buena excusa para reunirme con mis padres, hermanos, pasar buenos momentos, y disfrutar de comidas invernales, pero el significado de la navidad no tiene ningún sentido, y sólo es una muestra del poder que tienen las tradiciones occidentales, tan ajenas a nuestra cultura y a nuestro hemisferio.
Si hay algo que celebrar a fines de diciembre siguiendo las tradiciones prehispánicas, yo celebraría el Cápac Raymi, por cierto, dicen que los antiguos la celebraban poniendo a prueba a los hombres jóvenes para ganarse el respeto y hacerse MACHOS, no creo necesitar eso.
Bueno estimado lector: Feliz y caluroso Cápac Raymi para ti y ¡aguante el Politeísmo andino!
PD: Si la navidad es una fecha de amor y paz, no es necesario esperar hasta fines de año para compartir ese amor con la familia y amigos, ¡oh! olvidaba, mientras escribo esto, voy de rato en rato, adornando la casa de mis padres con motivos navideños., ya sabes, es la tradición.
Lo gracioso es que yo vivo en el Perú, ubicado en el hemisferio sur, hemisferio en donde todo ocurre al revés. El 21 de diciembre tenemos, el solsticio de verano, el día (horas de luz) más largo del año, y si quisiera celebrar la navidad, tendría que ser por su significado original, el 21 de junio, en el invierno austral.
Antes de la llegada de los españoles, los antiguos peruanos celebraban la "navidad" en junio, y la llamaban Inti Raymi, la principal festividad prehispánica. Muchos confunden el Cápac Raymi, una celebración estival en el mes de diciembre, como la navidad andina, pero esta tiene un sentido completamente distinto y opuesto.
Notas finales
Hoy la navidad es para mí sólo una muy buena excusa para reunirme con mis padres, hermanos, pasar buenos momentos, y disfrutar de comidas invernales, pero el significado de la navidad no tiene ningún sentido, y sólo es una muestra del poder que tienen las tradiciones occidentales, tan ajenas a nuestra cultura y a nuestro hemisferio.
Si hay algo que celebrar a fines de diciembre siguiendo las tradiciones prehispánicas, yo celebraría el Cápac Raymi, por cierto, dicen que los antiguos la celebraban poniendo a prueba a los hombres jóvenes para ganarse el respeto y hacerse MACHOS, no creo necesitar eso.
Bueno estimado lector: Feliz y caluroso Cápac Raymi para ti y ¡aguante el Politeísmo andino!
PD: Si la navidad es una fecha de amor y paz, no es necesario esperar hasta fines de año para compartir ese amor con la familia y amigos, ¡oh! olvidaba, mientras escribo esto, voy de rato en rato, adornando la casa de mis padres con motivos navideños., ya sabes, es la tradición.
Buen artículo. Aunque entiendo el crecimiento personal, auto-conocimiento y ética como que pueden (y en mi opinión deben) estar fuera de la espiritualidad (concepto tradicionalmente ligado a espíritu, alma, y en definitiva creencias religiosas/espirituales).
ResponderBorrarEntiendo el nuevo ateismo, también llamado ateísmo científico y defendido por Dawkins y Harris (entre otros) como no tener creencias, en este caso religiosas ni espirituales ni esotéricas, místicas, etc.
Una mirada más científica y coherente que el ateísmo antiguo (o la creencia).
Una vez más gracias por el artículo.
Hola Bruno.
BorrarUna curiosidad, ¿armas el nacimiento en casa para navidad? jejeje.
Oye, muchas gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar la entrada.
Sabes, publiqué esto en el 2013, año en el que era un "ateo confundido", comparado con el ateo 100% racional de mi adolescencia.
Quizá los años me suavizaron e hicieron que buscase algo en qué creer, más allá de lo que se puede comprobar científicamente, y hasta el día de hoy, el panteísmo es lo que más se acerca a mis elucubraciones mágicas jejejeje.
Saludos. :)