Veraneando por la Costa Verde de Lima
Información y mapa del lugar abajo
"Cuando calienta el Sol aquí en la playa, siento tu cuerpo vibrar cerca de mí..." ¡ejem!, disculpa el desliz estimado lector, me dejé llevar por este verano achicharrante, un verano que en estos días anda carcomiendo mi piel con sus excesivos índices de radiación ultravioleta.
Por cierto ¿sabías que el Perú es uno de los lugares con mayores índices UV del mundo? Como para salir en un sensual traje espacial.
¡Oh! el verano austral, mi época preferida para emular a los osos polares, ¿Oso polares? Sí, así es. Ahora te explico.
Y es que en diciembre, justo después de las calurosas fiestas navideñas, yo hiberno en mi oscura osera (entiéndase casa), y no salgo al exterior hasta el mes de abril.
Lo sé. Los osos hibernan en invierno, bueno, yo lo hago en verano, porque es la estación del año que menos me gusta pasar en Lima, y motivos tengo.
Por cierto ¿sabías que el Perú es uno de los lugares con mayores índices UV del mundo? Como para salir en un sensual traje espacial.
¡Oh! el verano austral, mi época preferida para emular a los osos polares, ¿Oso polares? Sí, así es. Ahora te explico.
Y es que en diciembre, justo después de las calurosas fiestas navideñas, yo hiberno en mi oscura osera (entiéndase casa), y no salgo al exterior hasta el mes de abril.
Lo sé. Los osos hibernan en invierno, bueno, yo lo hago en verano, porque es la estación del año que menos me gusta pasar en Lima, y motivos tengo.
¿En el mar la vida es más sabrosa?
El mar siempre ha estado presente en mi vida. Nunca he vivido a más de 300 metros de la orilla. Eso quizá ha influido en mis preferencias a la hora de decidir dónde asentarme por un largo tiempo, o toda la vida.
Aunque también he recorrido las frías montañas, y me he "sancochado" en ciudades de la exótica selva peruana, y he sentido envidia de la gente que habita aquellos verdosos lugares.
Sin embargo, al final estoy convencido que en el mar, la vida es más sabrosa. ¡Oh! sí, pero con una condición: Tiene que ser en invierno, y sin muchedumbres, ¿y por qué? Bueno he aquí mis motivos.
Bajando a la playa por San Miguel, con una extraña neblina de verano.
Bendita neblina, no te apartes de mí
Caminar por la Costa Verde y no morir en el intento
Este mes de febrero, en pleno verano, se me ocurrió como nunca antes, recorrer a pie gran parte de la Costa Verde (unos 13 km). En teoría, esta vía costera empieza en el Callao, y abarca los distritos limeños de San Miguel, Magdalena del Mar, San Isidro, Miraflores, Barranco, y Chorrillos al sur. En ese orden.
Recuerdo haber llegado hasta el distrito de Barranco desde San Miguel, allá por el año 2010, pero en invierno, cuando el cielo estaba gris y neblinoso.
Aquella vez, la caminata por el borde costero limeño fue algo complicado. No había malecón, ni aceras, y si habían aceras estaban en pésimas condiciones. Era un lugar hostil para un caminante, pues allí los autos son los que dominan cada rincón de esta estrecha zona robada al mar.
Por lo menos la brisa marina recargó mis energías, y me ofreció algo de relajante soledad. Porque cuando el frío arremete la gente a su casa se mete.
Pero esta vez fue diferente, era verano, y tenía al furioso sol, y a gran parte de la eufórica gente de la ciudad bajando a sus playas para aplacar el acaloramiento. La buena noticia fue que había oído que las autoridades de Lima habían construido y mejorado el malecón, que va desde San Miguel a Chorrillos, ¿será verdad? Ummm veremos.
El Malecón por San Miguel
Playa entre San Miguel y Magdalena del Mar... compadre préstame tu moto
De San Miguel a Magdalena del Mar
Vivo en San Miguel desde el 2003, y en aquellos años, a este distrito costero parecía no importarle el mar, ni las playas. Todo estaba totalmente descuidado. Era decadencia pura y dura.
Antes esta zona de la Costa Verde era un botadero, había basura en cantidades industriales, además de gente de mal vivir pululando cada rincón, y el mar era un pestilente caldo lleno de todo tipo de desechos, pues todas las aguas residuales sin tratar de casi toda la ciudad de Lima desembocaban aquí.
Antes esta zona de la Costa Verde era un botadero, había basura en cantidades industriales, además de gente de mal vivir pululando cada rincón, y el mar era un pestilente caldo lleno de todo tipo de desechos, pues todas las aguas residuales sin tratar de casi toda la ciudad de Lima desembocaban aquí.
No puedo creer lo mucho que ha cambiado mi distrito hoy. Ha cambiado para bien. Ahora la Costa Verde por San Miguel, es un lugar seguro, en donde puedes salir a caminar, montar bicicleta o simplemente contemplar el mar que ahora luce limpio, con aves y hasta con avistamientos de delfines en raras ocasiones, según me contaron.
La misma historia se repitió en el distrito colindante, Magdalena del Mar. Antes horrores y hoy un lugar agradable. El único detalle es que las playas son extremadamente peligrosas en estos 2 distritos, no son aptas para nadar cual patito por las corrientes y fuertes olas, pero vale la pena recibir la brisa marina desde su amplio y continuo malecón.
Ni loco ingreso, quiero vivir
Gocta de Lima 😆 no, es sólo un canal de regadío - Magdalena del Mar
Llegando casi al límite entre Magdalena y San Isidro las cosas se complican un poco para los caminantes, porque el malecón desaparece y la continuidad es interrumpida por derruidas construcciones que llegan hasta la misma playa.
En esta zona también es notoria las obras inconclusas de nuestros tan incompetentes alcaldes. Cúmulos de tierra, de cemento, plásticos, fierros, y todas esas cosas que hacen que sea casi imposible caminar.
Me sorprendió que en San Isidro, un distrito de clase alta, tenga tan descuidada su parte de la Costa Verde. Lo único rescatable aquí son sus playas, que ya comienzan a ser algo amigables con los bañistas, pero aún siguen siendo peligrosas.
En esta zona también es notoria las obras inconclusas de nuestros tan incompetentes alcaldes. Cúmulos de tierra, de cemento, plásticos, fierros, y todas esas cosas que hacen que sea casi imposible caminar.
Me sorprendió que en San Isidro, un distrito de clase alta, tenga tan descuidada su parte de la Costa Verde. Lo único rescatable aquí son sus playas, que ya comienzan a ser algo amigables con los bañistas, pero aún siguen siendo peligrosas.
Y empiezan los problemas o voy al lado de la pista, o por los terrales y materiales de construcción
Hay zonas donde si es posible caminar tranquilamente. San Isidro
Playa en San Isidro
Había empezado la caminata a las 2:30 de la tarde desde San Miguel, y el clima dominguero era agradable según mis estándares, incluso había neblina. Creí por un momento que iba a tener una caminata fresca y sin tanto sol, pero aquello cambió rápidamente.
Al pasar por San Isidro, el sol sacó todas sus armas, y yo andaba completamente desprotegido. La próxima llevo bloqueador solar si o si, y un sombrero de ala ancha estilo mariachi para darme sombra.
Ahora estoy pagando el precio por mi descuido, parezco un leproso de Ben-Hur.
Al pasar por San Isidro, el sol sacó todas sus armas, y yo andaba completamente desprotegido. La próxima llevo bloqueador solar si o si, y un sombrero de ala ancha estilo mariachi para darme sombra.
Ahora estoy pagando el precio por mi descuido, parezco un leproso de Ben-Hur.
¿Pescando para el ceviche? :D
¿Nube voladora? ¿Gokú?
Miraflores, Barranco y Chorrillos
Al llegar a las playas de Miraflores, casi no vi cambios con respecto a San Isidro, quizá algún corto malecón que luego desaparecía y luego lo de siempre, el dominio de los autos.
Hay partes donde el escaso espacio entre el acantilado y el mar era invadido por los autos, que se estacionan donde sea, es imposible caminar. Lo más lamentable fue ver restaurantes construidos al borde del mar que impiden el paso a la playa. Toda continuidad era historia ya.
Las playas miraflorinas son más concurridas por los veraneantes, porque tienen aguas un poco más tranquilas, pero cuentan con las mismas características que las playas anteriores, son de piedra, son bastante extrechas, y con olas peligrosas para los bañistas.
Características que atraen a los surfistas por montones, pero no te confíes, aquella tarde mientras trataba de caminar entre la gente y los autos, vi a un inerte surfista tirado en la playa. Había muerto ahogado. Siempre con cuidado estimado lector, al mar se le respeta.
Gente cocinándose al sol en una playa en Miraflores
Playas estrechas y en la tierra, autos ¿por dónde camino?
Y bueno, la vida continua, y vida es lo que vi cada vez más al acercarme a Barranco. Abundante humanidad reunida en pequeñas y estrechas playas, la única excepción fue la playa Los Yuyos.
En Barranco hubo mucha gente, pero no tanta como en el vecino distrito de Chorrillos, y su famosa y atiborrada playa Agua Dulce. Estar allí fue una experiencia chocante.
Nunca había estado allí en verano, sé que es caótica por lo que he visto en la televisión, pero no imaginé ver el gran nivel de desconsideración por el medio ambiente en esta bonita playa de arena de la Costa Verde.
En Barranco hubo mucha gente, pero no tanta como en el vecino distrito de Chorrillos, y su famosa y atiborrada playa Agua Dulce. Estar allí fue una experiencia chocante.
Nunca había estado allí en verano, sé que es caótica por lo que he visto en la televisión, pero no imaginé ver el gran nivel de desconsideración por el medio ambiente en esta bonita playa de arena de la Costa Verde.
Por Barranco
Playa Agua Dulce en Chorrillos, imposible entrar
Fue verdad todo lo que vi en la televisión, pero verlo directamente fue más crudo aún. La suciedad, los hedores, yo pasé por esta playa en invierno, y tenía su encanto, porque es amplia y de suave arena.
Visitarla en verano no te lo recomiendo. No sé, todo depende de lo que quieras buscar. Si te sientes feliz en un lugar agitado y con bastante estrés, adelante, pero por favor cuidemos las playas, el plástico y el poliestireno no son elementos biodegradables, y por favor, no llevemos comida a la playa.
Si esta foto emitiera olor, este no sería agradable
Acercándome a la playa La Herradura
A esta altura de la caminata no me sentía motivado a seguir, pero tenía curiosidad por ver el extremo sur del litoral limeño, así que continué a pesar del implacable sol, mi último destino la playa La Herradura.
Me gustó acercarme cada vez más a esta playa. Su geografía llena de acantilados con esas impresionantes formas fueron muy agradables de ver, y a lo lejos ya podía distinguir a La Herradura, que a esa distancia parecía tranquila, como un lugar oculto que sólo unas cuantas personas tienen el privilegio de visitar.
Hasta olvidé tomar fotos por disfrutar del momento.
No sé qué ocurrió, quizá los enormes cerros que hacían parecer insignificantes y casi inexistentes a las personas a lo lejos, pero al llegar a la Herradura, esta era casi tan estresante como Agua Dulce.
Lo más molesto fueron los abundantes autos estacionados que emitían por sus potentes parlantes el detestable reguetón, haciendo imposible escuchar el mar, y lo peor fue que aquí sí me sentí bastante inseguro.
Muchos grupos de jóvenes de miradas sospechosas no me dieron buena espina, tuve que huir hacia la zona de restaurantes para perderles de vista.
Me gustó acercarme cada vez más a esta playa. Su geografía llena de acantilados con esas impresionantes formas fueron muy agradables de ver, y a lo lejos ya podía distinguir a La Herradura, que a esa distancia parecía tranquila, como un lugar oculto que sólo unas cuantas personas tienen el privilegio de visitar.
Hasta olvidé tomar fotos por disfrutar del momento.
No sé qué ocurrió, quizá los enormes cerros que hacían parecer insignificantes y casi inexistentes a las personas a lo lejos, pero al llegar a la Herradura, esta era casi tan estresante como Agua Dulce.
Lo más molesto fueron los abundantes autos estacionados que emitían por sus potentes parlantes el detestable reguetón, haciendo imposible escuchar el mar, y lo peor fue que aquí sí me sentí bastante inseguro.
Muchos grupos de jóvenes de miradas sospechosas no me dieron buena espina, tuve que huir hacia la zona de restaurantes para perderles de vista.
El restaurante El Salto del Fraile
El extremo de La Herradura
La tarde ya caía en La Herradura y se iba poniendo más peligroso, era hora de partir
... pero ya que estaba aquí era imperdonable no quedarse para el atardecer
Resumen
La Costa Verde según mi opinión, es un lugar interesante para conocer, especialmente en invierno, o evitando los fines de semana en verano. Sé que toda esta estrecha zona fue inicialmente concebida para servir de vía rápida para los autos. Los malecones, parques y zonas de esparcimiento para los peatones son algo reciente, espero que pronto se concluyan y no queden a medio construir.
La mejor zona que vi para practicar tranquilamente alguna actividad física, sea caminar, trotar o montar bicicleta es San Miguel y Magdalena del Mar, su malecón tiene amplias veredas y están en buen estado, además son seguras, yo en todo momento vi a gente de seguridad municipal (Serenazgo).
Si eres un amante de las olas, en Miraflores hay playas donde puedes practicar surf, incluso hay instructores que por un módico precio te alquilan el traje y la tabla, pero con cuidado siempre ¿de acuerdo?
Y nada, disfruta de la playa, quizá te haya parecido algo negativa mi visión de la Costa Verde, pero es lo que hay. Al final cada persona ve al mundo con diferentes ojos. Eso si, lo que es irrefutable es nuestra nula conciencia ambiental, aún estamos en pañales, pero tengo esperanza en un cambio de aquí a unas 4 generaciones, ¡vamos que soy optimista! 😀
¡Saludos!
Mapa del recorrido
pasu te pasaste Marco lindas vistas de la Costa verde recien lo veo me a gustado con un buen relato . Felicitaciones
ResponderBorrar¡Madre Santa! pensé que no me leías je je je. Gracias Ma, y sí, Lima tiene su encanto después de todo.
BorrarQue buen relato e iniciativa de publicar tu experiencia como caminante y acompañarla de buenas imágenes ( que se pueden ir actualizando) y aún más con el mapa final. Un relato fiel desde tu perspectiva de San Miguelino que comparto a pesar de haber vivido más tiempo en Magdalena que en San Miguel. También comparto el deseo de desarrollar mayor conciencia ambiental y considero que temporalmente la ley debe exigirse y cumplirse para proteger efectivamente la Costa Verde, regenerar la naturaleza toma su tiempo. Éxitos en futuras publicaciones.
ResponderBorrarHola Lorena.
BorrarMuchas gracias por tomarte el tiempo de comentar la entrada. Me pone contento saber que leíste el pequeño relato.
Sabes, han pasado casi 4 años desde que publiqué esto, y tantas cosas han cambiado en la Costa Verde. Será motivo para volver.
Gracias por los buenos deseos. :)
Saludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrardifferentbikes.es
ResponderBorrarViajar con la bicicleta también ayuda a recorrer lugares asombrosos, permitiendo una conexión más cercana con la naturaleza y el entorno. Además, es una forma saludable y sostenible de explorar nuevos destinos y vivir aventuras únicas.
alpaes.com
ResponderBorrarUsar un candado con alarma es ideal para proteger tu bicicleta. Ofrece doble seguridad: la robustez del candado y una alerta sonora que disuade a los ladrones, brindando tranquilidad al dejarla en lugares públicos.