Guayaquil, todo está en la mente
Recién habíamos llegado y los lugareños ya me estaban advirtiendo: "no vaya por allá, ten cuidado es peligroso, mejor no camine y tome un taxi". Pero, ¡cómo era eso posible! Si la última vez que visité Guayaquil, todo era muy pacífico y ordenado. Quizá después de tantos años desde mi última visita a Guayaquil estoy siendo testigo de una importante transformación. Una negativa metamorfosis que está convirtiendo a Guayaquil en una selva de cemento en la que tienes que andar con los ojos en la nuca. Pero, intuyo que esta situación quizá no es debida a la decadencia propia de una gran ciudad fuera de control, ya que Guayaquil aún conserva mucho del encanto y tranquilidad que sentí en el 2010. Así que estoy tratando de convencerme de que esto debe tener otra explicación, y ya creo saber qué es lo que pasó. Para tratar de entender mejor esta situación, haré una lista para describir algunas diferencias entre mi visita a Guayaquil el 2010, con esta última visita q...